Puede resultarte inquietante al principio. Sin embargo, con el tiempo y la experiencia, te acostumbrarás y podrás sentirte seguro de que tu hijo está recibiendo la cantidad correcta de nutrición y manteniendo un peso saludable. También se reducirá drásticamente el tiempo dedicado a la alimentación, aliviando tanto el estrés como la frustración que puede conllevar la alimentación por vía oral. Esto os proporcionará más tiempo para realizar otras actividades diarias en familia.
¿Qué es la sonda nasogástrica y nasoyeyunal?
Es una sonda que pasa a través de la nariz, baja por la garganta y el esófago y llega al estómago (nasogástrica) o al intestino delgado (nasoyeyunal).
Su uso se recomienda cuando se prevé que la necesidad de aporte por esta vía no va a tener más de 4 a 6 semanas de duración y no hay reflujo gastroesofágico.
¿Cómo mantener limpia la sonda nasogástrica o nasoyeyunal?
Mantén limpio el tapón externo de la sonda. Límpialo a diario con una gasa humedecida con agua caliente, acláralo y sécalo cuidadosamente.
- Administra 5-10 ml de agua después de cada toma de nutrición y/o medicación para limpiar la sonda y evitar que se obstruya. Esto debe repetirse cada 4-6 horas en caso de administración continua.
- Cambia la sonda nasogástrica siempre que esté obstruida o se salga. Puedes acudir a tu centro de salud o hacerlo tú mismo/a si te han formado para ello.
- Cierra siempre el conector de la sonda cuando no se esté administrando nutrición y/o medicación.
¿Qué complicaciones pueden surgir con la sonda nasogástrica?
Algunos de los problemas más habituales con la sonda nasogástrica incluyen:
- Obstrucción de la sonda: por alimentos o medicamentos secos en el interior de la sonda. Se puede evitar administrando 50 ml de agua después de cada toma o medicación.
- Irritación o ulceración de la nariz: por la presión o el roce de la sonda. Movilizar periódicamente la sonda para que no presione sobre el mismo punto, curar la zona con desinfectante y agua tibia jabonosa, secar muy bien y cambiar el esparadrapo cada día.
- Extracción accidental de la sonda: se ha movido o el paciente se la ha arrancado. Ponte en contacto con la enfermera.
- Neumonía por aspiración: vigilar si hubiera dificultad al respirar, tos, fiebre, etc. Si crees que se ha producido aspiración, es decir, paso de parte del contenido de la alimentación al aparato respiratorio, para la nutrición y avisa rápidamente al servicio de urgencias.
- Náuseas o vómitos: Detén la alimentación de 1 a 2 horas y comprueba: ·Velocidad de administración demasiado rápida: administra el alimento lentamente, como máximo 20 ml por minuto
- Velocidad de administración demasiado rápida: administra el alimento lentamente, como máximo 20 ml por minuto
- Colocación del paciente: si está tumbado, colócalo incorporado 30-45º
- Excesivo contenido gástrico: comprobar al cabo de dos horas sin administrar nutrición, hasta que sea menor de 250 ml
- La posición de la sonda, comprobando que las marcas estén en el mismo lugar.
- Diarrea: por un ritmo rápido en la administración o porque algún alimento este contaminado.
- Estreñimiento: por una alimentación sin fibras y también por la inmovilidad. Consulta con tu profesional cómo evitarlo.
¿Qué diferencias hay entre la sonda nasogástrica y la nasoyeyunal?
La sonda nasogástrica se introduce a través de la nariz hasta el estómago, pasando por el esófago y la sonda nasoyeyunal se introduce hasta la parte superior del intestino delgado. La sonda nasoyeyunal se usa cuando hay vómitos, reflujo severo o vaciamiento gástrico retardado. La alimentación nasogástrica está indicada para recuperar el estado nutricional cuando la alimentación oral no alcanza un consumo calórico y nutricional adecuado.