Catherine Clancy Abercrombie, Musicoterapeuta
¿Qué es la musicoterapia y para qué sirve?
La música atrae, por naturaleza, la atención de todos los niños y niñas. Es un medio portador de alegría, de sosiego,
de emoción, de recuerdos, y de placentera sensación. Además, es un lenguaje que permite comunicar y compartir sin
palabras.
A su vez, la universalidad de la música lleva implícita su potencia como terapia. Para un/a musicoterapeuta
profesional, la música es el contexto de trabajo. Se establecen los objetivos a trabajar, organizados alrededor de
las necesidades físicas, cognitivas, comunicativas, sociales y emocionales de la persona. Así la música conduce o
acompaña la actividad terapéutica, dando estructura y organización a través de su melodía y armonía, sin necesidad
de explicaciones verbales.
En musicoterapia, la atención y la motivación son las claves. Mientras se estimula el niño o la niña con parálisis
cerebral, se trabaja mucho, y se disfruta más.
Musicoterapia y parálisis cerebral
Los niños y niñas con parálisis cerebral
presentan gran variedad de capacidades. La musicoterapia tiene el privilegio de complementar el trabajo del
equipo de especialistas. Actúa como un potente refuerzo de las otras terapias, puesto que anima a la plena
participación a través de la alegría que transmite. Así, puede convertir unos ejercicios de fisioterapia rutinarios
en bailes, unos ejercicios de logopedia en canciones, unos ejercicios del colegio en improvisaciones musicales, etc.
Con la música se potencian las capacidades de cada niño o niña, para hacer aflorar el ‘yo puedo, aquí estoy, esta es
mi voz, estas son mis manos y mis pies’, etc. Así fomentamos la autonomía.
¿Cómo podemos utilizar la música como terapia en parálisis cerebral?
Podemos crear música con el cuerpo, la voz o con instrumentos musicales. Para los niños y niñas, un instrumento
musical es más que un juguete que emite sonido. En el contexto de dos o más personas haciendo música, representa su
voz y su carácter en el conjunto. Se elige el estilo de música según los objetivos terapéuticos, para relajar o para
estimular. Si se decide improvisar, se usa el instrumento que mejor favorece dichos objetivos, y se adapta la manera
de tocarlo según las necesidades. La fiesta musical disfraza el trabajo de la terapia. Así, la musicoterapia
estimula al niño o niña, con una participación activa y organizada, y la atención bien enfocada. Además, podemos
trabajar con la vocalización o la articulación de palabras, con la mirada, con movimientos específicos, con la
respiración, o con lo que sea oportuno, pero siempre con un entorno agradable.
En casa, la música grabada tiene un papel fundamental en la organización cotidiana. Estructuramos cada día a través
de la luz, las comidas, las actividades, la compañía, los cambios de postura, el sueño, etc. Si la percepción del
tiempo es limitada, se puede pautar el día con músicas. Puede haber una música para despertar por la mañana, para la
hora de desayunar, canciones para los ratos de jugar, otra música para avisar que la comida está preparada, etc.,
hasta la canción para ir a dormir. Se usan músicas con un ritmo marcado para organizar y acompañar el movimiento
dinámico; y se usan músicas tranquilas, pero con una pulsación clara, para los movimientos lentos. Un masaje se
disfruta más con música. Y para compartir momentos de alegría, disfrutando de cantar y bailar, quizás pondremos
nuestras músicas favoritas, que acompañaremos con el estribillo.
¿Se puede aplicar la musicoterapia a todos los niños con parálisis cerebral?
Si la música es una fuente de placer para un niño o niña con parálisis cerebral, la musicoterapia será una manera
agradable y eficaz de conducir hacia la relajación, o de estimular la coordinación, el movimiento, la vocalización,
la postura, el compartir, la iniciativa, las habilidades sociales, o la expresión emocional.
¿Qué instrumento es el más recomendado para musicoterapia?
La voz es el instrumento más importante para el ser humano. El canto de la madre o el padre lo es todo para su niño o
niña. Un/a musicoterapeuta generalmente usará la guitarra y la voz para conducir las actividades. También un piano o
un teclado son útiles. Elegimos el estilo de música y el tipo de instrumentos según la actividad y el estado físico
y emocional del individuo.
Para las personas participantes se suelen considerar los instrumentos según sus características, dando mucha
importancia a la elección individual de cada niño y niña. Una buena calidad de sonido es muy recomendable, porque
multiplica los resultados. Tomamos en consideración el material (metal, madera, parche, etc.), la calidad del sonido
(fuerte, suave, alto, bajo, largo, corto, etc.), el objeto (grande, pequeño, fácil o no de coger, etc.), las
cualidades táctiles (vibra o no vibra, rugoso o suave, etc.), las cualidades visuales (blanco y negro, colorido,
mate o brillante, etc.), y cómo se produce el sonido (dedos separados, dedos juntos, puño, golpe de mano, golpe de
baqueta, con la boca, con el pie, etc.).
La musicoterapia fomenta el bienestar y estimula el desarrollo de los niños y niñas con parálisis cerebral a través
de la motivación y la participación, siempre adaptando la música a las circunstancias de cada persona.